miércoles, 24 de abril de 2013

Hace un par de años el departamento de desarrollo en el que trabajo tenía una fuerte estructura vertical. Aunque el ambiente era relajado, era muy claro que el líder del producto era responsable del buen funcionamiento, productividad y problemas del equipo. Los límites gerente - líder - programador estaban bien delimitadas por lo que decisiones y culpas caían directamente en los primeros dos. Hace un año, los líderes decidieron partir. Reorganizamos el área y como gerente quedé a cargo de dos equipos que atienden cinco productos. Tan sólo un equipo de seis programadores (de los que ahora son cinco) atienden cuatro productos. Hoy hablaré de este equipo al que llamaré TEI.

Los cuatro productos de TEI podrían considerarse primos hermanos. Manejan algunos conceptos comunes y están relacionados entre ellos. Sin embargo las entrañas y el objetivo de negocio son diferentes. Y lo más importante: todos eran expertos en sólo uno de esos cuatro productos. Hace un año, cuando decidimos juntarlos y dejarlos sin líder les dije: ahora deben ser un equipo auto-organizado. Por supuesto, decirlo está muy lejos a serlo.

La semana pasada tuvimos su retrospectiva. Esta vez, utilicé la técnica de Appreciative Retrospective. En esta técnica sólo se habla de lo que el equipo hizo bien. Un cambio de enfoque muy fuerte cuando lo que comúnmente se hace es buscar solución a nuestros problemas. Elegir una acción más allá de "sigamos así, somos los mejores" es mucho más complicado que buscar una solución a un problema claro.

Pero antes de la acción, hicimos la recopilación de información. Se comentaron éxitos como las juntas diarias, el uso del tablero de Kanban, la asignación de las tareas sin importar la experiencia y los lineamientos de junit. Estas prácticas se fueron madurando en varias retrospectivas y sprints. Entonces les pregunté: ¿A qué se debe ese éxito? Palabras como comunicación, respeto, confianza, libertad y compromiso quedaron escritas con rojo en el pintarrón. 


Entonces me cayó el veinte. Los valores más que explicarlos, se viven. El equipo de TEI no sólo es auto-organizado, sus integrantes se han transformado como personas a través de esos valores.

Como Scrum Master lo que hice fue darles espacio, respetar sus decisiones y moderar sus discusiones (¡son bien buenos para discutir!). He leído mucho sobre cómo el dejar de protejer, de vigilar y de mandar los hace crecer. Ahora sé que es cierto. No sólo ellos se han fortalecido, los resultados hacia la empresa también son consistentemente buenos.

La última parte de la retrospectiva, en la que se decide qué acción seguir les pregunté: De todo esto que hacemos bien, ¿qué queremos crecer? ellos eligieron la parte de innovación en tecnologías y procesos. Incorporar conocimientos nuevos a su trabajo diario. Sin embargo, el cómo hacerlo nos metió en un bache. Se mencionó autoestudio, cursos, clases organizadas entre todos. Soluciones comunes que no convencían a nadie. Y es que ellos ya han programado el tiempo suficiente para saber que sólo se aprende ensuciándose las manos. La cosa es, ¿cómo te ensucias sin meter riesgo al sprint? Les expliqué que es un Hackathon. Nadie había oído de ello y ahora lo estamos planeando.

Ese día volví a mi casa como una gallina feliz hinchada de orgullo. Hace un año, los mismos integrantes que temían por su falta de conocimiento de otros productos ahora saben cómo enfrentarlo. En las retrospectivas ya no se "culpa" a la estimación o a terceros, ahora se plantean lineamientos comunes para junits y Definitons of Done (DoD) más robustas.

Volviendo a leer a Lyssa Adkins me doy cuenta que el valor de Enfocarse (Focus) es el que menos se ha logrado y que es mi responsabilidad proveerlo. Aún nos queda camino por andar. Pero los frutos ya los estamos recogiendo.

miércoles, 17 de abril de 2013

Perdiendo el equilibrio

Últimamente me he sentido un cansancio mayor al acostumbrado. De lunes a viernes caigo rendida y me quedo dormida leyendo o viendo TV. Duermo mal y a veces me despierto por la noche. Los fines de semana puedo dormir hasta 4 horas seguidas durante el día. Además, me cuesta trabajo poner atención y concentrarme en otras actividades fuera del trabajo como leer, escribir y hasta conversar. Lo que más me molesta de todo esto es que el 85% de mis sueños son sobre problemas en el trabajo.

Sobresaturada, hiperexpuesta fueron palabras que escuché de mi doctor / couch de estilo de vida. El overflow laboral me impide estar bien y rendir como se debe no sólo en el trabajo, sino también en mi vida.

Culpar al trabajo, renunciar o bajarle a mis responsabilidades no son una opción. Son una salida fácil que no resuelve el problema de fondo.

Entiendo que lo que debo hacer es encontrar un equilibrio que me permita ser creativa y disfrutar todos esos momentos. Necesito más rutina y menos autocompasión. Necesito relajarme y plantear mi visión, entender mis habilidades y sobre todo, relajarme para poder enfrentar los retos que se vienen.

Hoy tuve un sueño extraño. Como todos los sueños, no lo recuerdo bien pero iba más o menos así: estaba en la recepción de un gran hotel. La recepción era de mármol y estaba llena de helechos y floreros con rosas. Al fondo, se veía un jardín con muchos árboles y flores. Yo esperaba impaciente a que la gente de la recepción arreglara sus problemas con las reservaciones. Cuando me tocó mi turno en recepción, resultó que uno de nuestros desarrollos podía resolverles el problema. Me acuerdo perfecto que dije el nombre de la solución. Lo curioso una vez que me desperté, fue que la solución que resolvía el problema del hotel no era el que yo mencioné, sino la que a mí me trae con overflow.

miércoles, 3 de abril de 2013

Palmaditas en la espalda 1: Agile Mindset, Cultura y Familia autoorganizada

A veces las cosas no salen como espero. Otras veces, encuentro más dificultades de las que esperaba. Entonces necesito unas palmaditas en la espalda, un rayito de luz y sobre todo, ideas para volverlo a intentar. En esta sección compartiré cosas que he encontrado en internet y que me han ayudado. 

Linda Rising y el Agile mindset 

Linda es una señora que ha trabajado la mayor parte de sus setenta años en el "tech world". Ella misma admite que cae en estereotipos negativos; sabe que la gente puede pensar: ¿Y ella que va a saber, si es anciana? ¡Y además mujer! y encima, seguro white trash. Quizá por el mismo estereotipo es que sus palabras sobre el pensamiento ágil (agile mindset) me reconfortaron. Podemos estereotipar, equivocarnos, admitir nuestras limitaciones. Pero siempre podemos aprender, adaptarnos y crecer. Eso, es ser ágil. Aunque en la charla casi no habla de su libro "Fearless change patterns", 20 minutos después estaba comprando en Amazon. El libro habla de patrones que se pueden seguir cuando se quiere introducir el cambio, cómo la gente reacciona ante él y cómo debemos actuar ante ciertas situaciones. Aunque está enfocado a la empresa, el cambio aplica para todos los ámbitos de la vida. Aquí la charla para Infoq 

¿Alguien lo logra alguna vez? 

El primer día de mi maestría (en Ingeniería de software), además de hacer el ritual de Miss Mundo en el que dices tu nombre, nacionalidad y experiencia ingenieril, nos preguntaron porqué estábamos ahí. Colombianos, españoles, peruanos, venezolanos y mexicanos dijimos más o menos lo mismo: queremos hacer software de calidad y sin que nos duela. No importaba dónde habíamos estudiado o trabajado. Nuestra personalidad o tamaño de la empresa. Todos habíamos sufrido por la baja calidad de nuestros productos, horas extra y hasta demandas. Entonces, cada vez que aparece una empresa como Velve o HubSpot pienso... ¿Por qué no?

 


Agile programming para tu familia 

Durante nuestro curso de Scrum Master, Alan nos comentó que recién había instruido al SCM más joven. Un violinista de 16 años. La esencia de Agile (autoorganización, confianza y empowerment, capacidad de adaptación) sumada a algunas buenas prácticas (Big Visible Charts, DoD, Checklists) funcionan perfecto en otros ambientes, como la familia. Este tipo de cosas son las que me hacen sonreir :)